Bismillah
En España se está produciendo un debate en el seno del PSOE y entre los feministas y el gobierno porque se estima que no se puede retrasar más la modificación de las leyes que regulan la interrupción del embarazo, aunque el gobierno duda en dar un paso que le enfrentaría con la Iglesia Católica. No está mal que como musulmán interesado en el feminismo islámico pueda aportar mi voz al debate, sumándome básicamente a las argumentaciones que piden el derecho a la interrupción del embarazo durante las primeras 14 semanas.
Las cifras de abortos practicados en España son muy altas. Por supuesto, nadie en su sano juicio puede parecerle anecdótico cualquier operación quirúrgica que supone una decisión importante para la mujer que decide no ser madre. Lo ideal, por supuesto, es mejorar la educación sexual de las chicas desde la escuela para que conozcan todos los métodos anticonceptivos, sobre todo los que menos afectan a su organismo. Y mejorar la educación sexual de los chicos, para que inviertan definitivamente el machismo que supone practicar sexo sin ser consciente de poder dejar embarazada contra su voluntad a su pareja, sobre todo siendo ésta más joven que él.
La sumisión de la mujer al hombre en lo que concierne el conocimiento hasta de la propia sexualidad femenina ha ido siempre aparejada con el machismo de considerar a la mujer como una persona que debe sentir la fecundidad como un deber y no un derecho. La Iglesia Católica supedita el sexo a la procreación, y por ese mismo motivo ni acepta el sexo entre homosexuales ni el derecho de la mujer de decidir si quiere ser madre o no sin tener que renunciar al sexo. En el islam, podemos desarrollar las vertientes éticas que sitúan la sexualidad humana en un ámbito específico del proceso de construcción como individuo y en pareja. El sexo en el islam que tenemos que despejar puede entenderse como un aspecto de la vida que se justifica a sí mismo, y que contribuye al equilibrio entre los diferentes humores de cada uno y cada una.
Así pues, si al perfilar esta lectura de la tradición islámica contribuímos al debate para que la sociedad desligue la tradición machista del respeto y apoyo a la maternidad, podremos en un tono educado ampliar los espacios para que cada una encuentre el tiempo de ser la persona que quiere ser, entre nosotros, con nosotros.
Y Al-lâh es más sabio.