Las fotos de Nápoles muestran basura, fuegos, humos oscuros, miedo y tensión. Los asentamientos de gitanos incendiados en una operación coordinada ponen a un mismo nivel a víctimas y detritus y le reservan un mismo destino, el paso por el fuego. Las empresas ricas de Norte de Italia exportan sus desechos tóxicos al Sur, y a su vez se exporta la basura urbana del Sur a Alemania o Suiza. Es el capitalismo del fascismo marrón, es la circulación de las ideas más violentas con las basuras más caras. Mafia arriba y Mafia abajo, y la población en el centro, algunos sirviendo de voluntarios para la violencia. Italia se hunde en el fascismo, y ni Europa va a poder salvarla, aunque quisiera. La calle era la vida: han conseguido que sea la muerte. Hubo un tiempo en que Nápoles era un escenario ideal para el amor y la canción. Las aventuras de Don Juan en Nápoles hoy serían mucho más sucias.
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Los hechos históricos, dijo Marx, suceden primero como tragedia, y luego como parodia. Tantos años, tantos esfuerzos por crear organismos que evitaran la displicencia con que el resto de Europa permitió a Alemania armarse hasta los dientes, a pesar de sus continuos atropellos a los principios democráticos, para esto: una UE que no actua frente a la barbarie. Ya empieza la parodia…
Europa está condenada.
Europa murió en 1939.
Lamentablemente Nápoles lleva más de una década pudriéndose, siendo devorada por las ratas. Como una metáfora de Italia entera. Pero ahora no hay San Gennaro que pare la lava de basura.
Duckieboy, no es para tanto. Exageras un poquito, aunque ha quedado rotundo e inapelable, y por lo tanto muy poético. No quería responder para dejarlo en una verdad inapelable, pero como también ha escrito Patricia, a quien doy la bienvenida, pues voy a responderte Y digo que no es para tanto, que Europa existe, pero que el principio del fascismo es ya fascismo, y no el pre-fascismo que unos quieren pensar para calmar las bolsas y los ánimos. >>> http://blogs.elpais.com/lluis_bassets/2008/05/vergenza.html
Patricia, deduzco que conoces bien Nápoles. Yo conozco su réplica y antagonista Venecia. Ahora las dos se parecen más, hundiéndose en la bañera del misticimo apocalíptico y el fuego respectivamente.
Saludos.