«Él se llama Arthur Brandley: se sienta en el consejo de administración de una compañía de seguros. Dinamiza a los responsables de publicidad, les da órdenes muy concretas: deben reducir el componente de seguridad en las frases, introducir más tensión. Les ha dado un ejemplo concreto, proponiendo que se cambie la frase «Paga menos por tu seguridad» por «Paga tu seguridad más tranquilo». […] En su novela, Arthur hará de malo que quiere construir su segunda residencia en un barrio protegido por la Unesco, y que se enfrenta a un buen periodista de la televisión alemana, dispuesto a salvar el sabor genuino del barrio en peligro. Me río […] y felicito a Pete por su demostración de inspiración eficiente.»