«[…] escrito a cuatro manos, huella innegable de que te he conocido. No es un papel en blanco, por mucho que las frases hablen de cárcel voluntaria y de conclusiones desde la pirmera línea. […] una película de Gus van Sant, o escuchar otra vez más La Traviata. […] claudiqué cuando dejé de apuntar solo los tópicos del amor y me metí a citar a Marcuse […] que solo podía llevarme lo que cabía en mis manos: […] al final elegir entre la novela de un escritor rumano, la antología de poesías de Vicente Aleixandre o una biografía Simón Bolívar que nunca tendría tiempo de leer, pero que siempre podría ojear. Elegí Aleixandre por este verso:
«Allí también viví, allí, ciudad graciosa, ciudad honda.»,
de Sombra del paraíso, de 1939, […] precisamente.»
Assalaaumu alaicum
Yo con la venta reduccionista y tú revoloteando… 😀