La literatura no es el campo de tiro de la filosofía, ni tampoco el apoyo gráfico de la música, ni la psicología autogestionada del individuo en sociedad. O no solamente. La literatura es la perfección de la experiencia del deseo, con o sin amor a una persona. Cuando escribo es porque me he propuesto al levantarme que hoy sea quizás el comienzo de lo más importante, que encontraré al enfrentarme con las palabras, al acercarme a sus propuestas, algo que no me saldrá de buenas a primeras, sino con todo el esfuerzo de la repetición desde el mismo punto de partida. El blog, en todo esto, es el medio. Es el aliciente y el obstáculo, en la medida en que su ritmo diario quema muy rápido, tal y como se comprueba al ver tantos blogs abandonados.
Girando la cabeza retrospectivamente
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