En el fondo gustamos de vernos
nueve mañanas de otoño
salimos fijándonos en los letreros
que indican desayunos con respuesta
En el fondo la seguridad es bella
en el puente de hormigón
cuando la culpa de un berrido
tramita la esgrima de pasajeros
En el fondo nos han dispersado
los marineros de la paciencia
los camioneros de la deontología
y el fogonazo de mil poemas
Entretanto la luna como helicóptero
medio escondida entre telares de seda
concilia nuevas coreografías
para la civilización de las tardes
Ya que en el fondo son arrecifes
dispuestos en línea recta
para las muertes de los aviones
en las atmóferas de la ciudad moderna.