Parece un cuento tonto y no lo es, la gente se pone como fieras con las rebajas, y pasan estas cosas:
Poco antes de la apertura, varios empleados de Wal-Mart trataron de sostener las puertas de entrada para evitar la entrada de la gente, pero no lo lograron. Tras derribar las puertas, la multitud echó por tierra al empleado y le pasó por encima pisándolo, agrega el New York Times. La gente siguio comprando desenfrenadamente hasta que la policía cerró la tienda.
Pobre hombre, tenía 34 años. Lo han matado por ser el esclavo de una empresa explotadora que se forra a base de encasquetarle de todo a la gente, y ésta, no sólo se deja llevar, sino que se comporta como si fueran seres sin la más mínima conciencia de las consecuencias de sus actos inmediatos. Alienación pura y dura. Lamentable secuencia de la miseria más consumista. La tienda abre de madrugada.