«Rancière’s doctrinal style can be characterised according to three imperatives: Always situate yourself in the interval between discourses whitout opting for any of them; reactivate conceptual sediments without lapsing into history; deconstruct the postures of mastery without giving up the ironic mastery of whosoever catches the master out.» in «Rancière and the Community of Equals»: Alain Badiou (trans. Jason Barker), Metapolitics, Verso, 2005, p. 107.
Est-il nécessaire de trouver un compromis avec les spécialistes de la séparation?
Un niño que rompe sus juguetes para ver cómo son por dentro resume la naturaleza de la actividad analítica.
Los analistas son los verdaderos «spécialistes de la séparation». Los boticarios son más de lo que parecen.
La metapolítica es una vulgar postura escéptica más. A mi me gustan ciertos «estilos» de escepticismo, pero sólo en la medida en que me cae también simpático el personaje de Nerón en Quo Vadis; en cualquier caso, siempre me acaba abasallando el horror ante la inacción tan burdamente aceptada y sublimada.
avasallando, sorry!
En absoluto, muy bien explicado. Pero no sé si la metapolítica es una vulgar postura escéptica («más»).
En realidad, en cualquier texto escrito buscaré una belleza que será a menudo involuntaria. Una luz independiente de su autor, otras formas de destripar las palabras.
Voy para allá.
… a Sevilla?
¿A Sevilla?
No, ¡qué va!, a las playas donde pega el sol monedista.
A bronzear.