En Gaza desde el 27/12: 1025 muertos y más de 4700 heridos. Porque eran, son, serán palestinos. Los muertos tienen un nombre. Son mártires que tendrán su sitio en nuestro recuerdo para siempre, in shâ’ Allah. Los culpables de estas muertes son el ejército israelí, el gobierno israelí y la mayoría social israelí que apoya a estos políticos de la muerte programada. Y son culpables los EEUU que arman, alientan y protegen judicialmente a los primeros. Y son culpables los gobiernos de Egipto y Jordania y Arabia Saudí, que colaboran activamente con la Autoridad Palestina para servir los intereses sionistas. Y especialmente culpable es Mubarak, que ordena a sus policías tirar sobre los palestinos en la frontera, que mantiene cerrada la puerta de Rafah a la ayuda del exterior. Y son cómplices todos los gobiernos de la UE, que comercian y compiten por ser el mejor amigo de los asesinos. Desalmados.
Desde el 27/12 (y antes) el español Alberto Arce ha hecho todo lo humanamente posible por denunciar lo que está pasando. Me enorgullecería algún día poder estrechar su mano y darle las gracias, sin ponerme a llorar.