Odiar mucho más

Odiar mucho más al sionismo. A los escritores israelíes. A la clase política estadounidense. Odiar más a Obama y a Clinton y a la nueva administración, y odiar con todo el alma a Bush, Rice, Cheney y todos sus subalternos. Odiar a Europa. Odiar a la Unión Europea, al Parlamento Europeo,  a la Comisión Europea. Odiar a Sarkozy, Barroso, Berlusconi, Rasmussen, Blair, Solana y a todos los ayudantes europeos del terrorismo sionista. Odiar a Zapatero, a Moratinos, de la Vega, Chacón y todo el partido del PSOE. Odiar con todo el alma al PP. Odiar a Israel, la cultura del Israel, las Universidades de Israel, la historia del sionismo y sus matices. Odiar al sionismo. Odiar a los evangelistas del sionismo cristiano. Odiar a los abogados de Israel en el mundo islámico: Abdelwahhab Meddeb, hay que odiarlo. Odiar las armas, las infraestructuras hechas para Israel por la industria de la muerte americana. Odiar el antisemitismo de Ahmadineyad, odiar el antijudaísmo de los ignorantes. Odiar mucho más a la prensa europea, odiar al periódico El País por hacer apología del terrorismo y a toda la prensa de derechas y odiar a Público por querer ser imparcial. Odiar la paz con Israel. Odiar a Mubarak. Odiar al gobierno egipcio. Odiar al rey de Arabia Saudí. Odiar a los lacayos musulmanes del sionismo, al rey de Jordania. Odiar a Mahmud Abbas, vicario de la ocupación sionista. Odiar a los admiradores de Obama tras su silencio durante tres semanas de terrorismo de Estado, sufragado por los EEUU. Odiar a los EEUU. A Hollywood, a los escritores americanos, a sus actores y actrices. Odiar el espectáculo. Odiar mucho más, mucho más, mucho más. Odiar a los presentadores de los telediarios. Odiar a los periodistas conformistas con el sionismo. Odiar al sionismo sin límites. Odiar a todos y cada uno de los soldados, funcionarios y defensores de Israel. Odiar mucho más a los dictadores árabes, a los dictadores africanos, a los dictadores de Asia, todos ellos lacayos del Imperio de los EEUU.  Odiar con todas las fuerzas a los moderadores y a los abogados de la paz. Odiar la paz con Israel. Odiar mucho más.