Bismilah al rahmán y rahim
Los mapas que ha recomendado el profesor As’ad AbuKhalil («Solidarity maps«) permiten meditar sobre las características no tanto bélicas como industriales, propias de una industria hiperbélica, pero definitivamente industria, que sobresalen en el procedimiento genocida del Ejército israelí. Me voy a detener en la figura del herido, porque creo que es aquella donde se produce el mayor malentendido y donde se concentra todo el potencial de creciente normalización de su tolerancia por parte de la opinión pública desinformada por las corporaciones de los discursos del poder occidentales (prensa, telecomunicaciones, partidos políticos, ONG’s). En efecto, el término herido, en inglés injured, incluye sobre todo a los mutilados, y en absoluto a todos los múltiples heridos de gravedad, de «gravedad relativa», es decir, que pueden recuperar potencialmente toda su capacidad física en condiciones de los estándares hospitalarios del mundo atlantista. Las cifras indican que por cada muerto palestino de la zona norte de Gaza (395) se cuentan más de dos heridos (siempre usando por ahora este término en su contenido más neutro), con un total en la misma zona de 841. Las otras zonas de la Franja de Gaza ofrecen una ecuación similar o con porcentaje superior de heridos. Solo en la zona más atacada por soldados a pie, si no me equivoco, la ciudad de Gaza, la cantidad de muertos (457) supera o equivale a la de heridos (425), lo cual demuestra quizás que los métodos de asesinato fueron allí más convencionales, tratándose tal vez de tiros sobre civiles, como demuestran los muchos cadáves de niños con tiros en el pecho. Volviendo entonces a la figura del herido, que en términos absolutos supera ampliamente la de muertos, y sin entrar en una definición médica que desconocemos, conviene destacar su condición de mutilado, de inválido, de inhabilitado para moverse por sí mismo. Tratándose de mujeres, centro y motor de las familias, dicha inmovilidad supone destrozar el núcleo en torno al cual crecen y aprenden los niños y adolescentes. Si el objetivo es deliberadamente destrozar una sociedad y forzarla a marcharse o disolverse en la anarquía, es mucho más eficaz mutilar a una madre que matar a su hijo treintañero. Aunque el objetivo oficial de la propaganda sionista sea el joven, la estrategia apunta a la madre. Los laboratorios de las grandes empresas armamentísticas han diseñado pues las armas que mutilen sin matar, para no aumentar innecesariamente la cantidad de muertos, pero provocar un resultado más devastador. Cualquier herido de esta gravedad, que por caso haya perdido las dos piernas, como es el hecho con los que son alcanzados por las armas DIME a cierta distancia de metros, requiere un sacrificio enorme de su entorno familiar para llevar una vida digna, dentro de los inverosímiles parámetros que pueda permitirlo el estado de asedio, indefinido en el tiempo, de Gaza. Por lo tanto, los heridos-mutilados son en términos de la fría lista del cómputo asesino puntos positivos: no pesan de cara a la opinión pública con la misma rotundidad que los muertos, que es una categoría absoluta dentro de la semántica humana: más allá de cualquier propaganda, son verdad indiscutible, mientras que en tanto que heridos, estos entran dentro de una nebulosa terminológica, en la que caben los heridos de las catástrofes naturales, los heridos de las imprudencias y por supuesto las víctimas de los accidentes de tráfico. Los muertos son trascendentes, no pueden ser relativizados, mientras que los heridos-mutilados son sometidos a una continua disolución en la fatalidad del paso del tiempo. Un herido, sin visualizarlo como mutilado, alude a una condición pasajera, temporal. Introduce la perversa metáfora de la cicatriz que con el tiempo es la única huella de la herida, casi su perdón.
Por eso, la semanticidad líquida y la no-visualización en los grandes medios televisuales de los heridos vienen acompañadas por una ola general de laico-catolicismo ecuménico, en la que afloran los conceptos turbios de paz, solución de dos Estados y caridad. La sofisticación de las armas DIME anuncia un desarrollo sin límites de sus industrias corolarias, el negocio del humanitarismo a costa de los más vulnerables, los heridos-mutilados, y la venta de cultura de la paz con el enemigo, vía películas, documentales, teatro, que pueden humanizar -ahora ya sí- a los mismos sujetos que el Estado-padre se encargó de deshumanizar cuando, previamente, un mes antes, eran solo terroristas. Los fabricantes de armas DIME pueden proponer a sus clientes burocráticos de las cancillerías occidentales snuff movies sobre sus resultados en la gente, pero es mucho más delicado que la eficacia se sugiera indirectamente en las fotos en fuego vivo del campo de tiro habitado por antonomasia, Gaza, cuyos «actores sin casting», los habitantes, son, nos lo dicen y repiten nuestros gobiernos democráticos y los presentadores de CNN+, terroristas. Gaza, como campo de tiro habitado, supone para la innovación y el desarrollo de las necrotecnologías del capitalismo bélico lo mismo que Obama para el imperialismo: una buena dosis de optimismo. Que Allah nos proteja.
Excelente análisis, compañero
Siempre se habla de los muertos porque su «valor espectacular» es mucho mayor: es su número el que da la medida del horror y de alguna manera sirve para cerrarlo. Pero los heridos cuentan poco, precisamente por esa indeterminación de la que hablas.
Dijo Santayana que «sólo los muertos han visto el fin de la guerra». Bien, si con los muertos acaba la guerra, con los heridos empieza la posguerra. A menudo se diseña ésta no para ganarla sino pensando en dejar una posguerra lo más dolorosa y difícil posible, eso es lo que ha hecho Israel, y lo ha hecho a conciencia, dejando el mayor número de heridos y destrozando las infraestructuras (ayer contaba Alberto Arce que muchas calles se han taladrado, lo que, en términos de estricta estrategia militar, no tiene ningún sentido).
En realidad, en Gaza no ha habido una guerra en sentido estricto, no tiene sentido hablar de guerra cuando una de las mayores maquinarias bélicas del mundo arrasa un campo de concentración, pero sí ha caido una larga y dolorosísima posguerra.
Un abrazo
Compañero Carlos,
Gracias, me alegro de que lo hayas leído, porque me parece que voy por fin encontrando el tono para hablar de la industria que está detrás de todo esto. La verdad es que es todo un reciclaje actualizado de una conferencia del filósofo Mohamed Taleb, allá por el año 2005, que no ha escrito nada en estas semanas, o por lo menos no lo he encontrado. Fue el primero que me abrió realmente los ojos sobre las necrotecnologías dentro del conglomerado de corporaciones sionistas.
La reflexión sobre los heridos-mutilados es a su vez reciclaje de los conceptos de modernidad líquida de Baumann, y la edad hipermoderna de Lipovetsky.
Por otro lado creo que es necesario ser más fríos al hablar de la maquinaria.
Creo entender que estás comprometido con Amnistía Internacional. No puedo atreverme a criticar dicha organización, pero creo que hay que superar el tono y el vocabulario jurídico y paradójicamente humano de las ONG’s, y crear un lenguaje de la denuncia más tendente hacia una expresión posthumana. Solo la diferencia en la superación hermenéutica nos hará reconocibles e inasimilables temporalmente dentro del discurso autocrítico del capitalismo, que es su principal garantía de perpetuación.
Un abrazo más fuerte.
Estimado amigo:
Te escribo de parte de la Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos de Venezuela. A mediados de enero abrimos una página web para documentar el ataque a Gaza, y entre otros recursos nos conseguimos con tu blog, que a través de esta excelente reflexión nos llevó a los mapas de Kharita.
Ya conocíamos los mapas del Líbano producidos por Samidoun, pues durante el ataque a Líbano también abrimos una página, con motivo del viaje de unos compañeros al país para documentar las huellas del ataque – lo que derivó en el documental audiovisual que podrás encontrar en http://www.anmcla.org/libano (web que descontinuamos en 2007 por falta de tiempo).
Ahora nos pusimos en contacto con Kharita para traducir su último mapa, y lo hemos subido a la página con un comentario, que cita este artículo en su reflexión final – más el tema de heridos/muertos que el de la industria, por tratarse de lo directamente relacionado con los mapas.
Acá el enlace, por si te interesa echarle una ojeada:
http://www.medioscomunitarios.org/palestina/pag/index.php?id=33&idn=7217
Salud y apoyo incondicional a la resistencia del pueblo palestino,
Enrique – ANMCLA (anmcla.libano@gmail.com)
Estimado Enrique y equipo de la ANMCLA,
Todas mis felicitaciones por la contundencia del artículo. Muy buen trabajo que aprovecha el esfuerzo colectivo, maduro y bien expuesto. Y no puedo sentirme más satisfecho de que algo de mi reflexión sea valorado por más compañeros, en el fruto maduro de la reflexión colectiva, tras la inmediatez de las primeras ideas. La fuerza de la conciencia política es que se articula en torno a la verdad, frente a las propagandas de los diferentes autoritarismos, imperialismos y fascismos.
Un saludo muy fuerte a todos los militantes de Venezuela, faro de la revolución del siglo XXI.
¡Viva la resistencia del pueblo palestino!
¡Viva la solidaridad internacional de los pueblos!
¡Mueran las cadenas!
¡Allahu akbar!
Con la paz, ma’a assalâma.