Ceux-ci éblouissaient leurs lecteurs par le faste hyperbolique de ces expressions qui cachent le vide des idées ; ceux-là les séduisaient par l’apprêt métaphysique de ces pensées dont la fausseté échappe à la faveur de la subtilité. Ce fut alors qu’on vit naître ces énormes romans où les personnages les plus graves de l’antiquité agitaient des questions d’amour dans un jargon emphatique et quintessencié; ces romans où l’histoire était sans vérité, la fiction sans vraisemblance, la peinture du cœur humain et celle des mœurs sans fidélité.
[Estos deslumbraban a sus lectores mediante el fasto hiperbólico de tales expresiones que esconden el vacío de ideas; aquellos los seducían con la afectación metafísica de tales pensamientos cuya falsedad escapa en beneficio de la sutileza. Fue entonces cuando se vieron nacer esas novelas enormes en las cuales los personajes más graves de la Antigüedad agitaban cuestiones de amor en una jerga enfática y quintaesenciada; esas novelas con historia que no tenía verdad, ficción que no tenía verosimilitud, y donde el retrato del ser humano y de su comportar se pintaba sin fidelidad.]
Charles Augustin Henry, Histoire de la poésie [en la segunda mitad del sglo XVII], 1856, p. 2.