Cospedal se casa con un viejete más pasado que un trapo sucio, con dudoso pasado franquista y con turbio ex-presente inmediato en la Caja de Castilla La Mancha, o sea un elemento facha de la escuela sevillana, Ignacio López del Hierro y Bravo, emparentado con lo más facha de Madrid, y además llora y se queja de descortesía y reclama que el parlamento manchego se pare para aplaudir como la desvirga el viejete, por qué si no, ¿a qué viene hablar de boda de miel «romántica», como si fuera una virgen recién casada de buena familia? Esa mujer tiene mala lengua. Y es boba. Es la encarnación de la regresión en lo más machista, cutre, hortera, marbellesco y sinvergüenzas que conforma la idelología y la práctica del PP. Pero lo peor es que ¿para qué quieren luna de miel pública y notoria si además ya viven en pareja? Es insultante esta exhibición de una sensibilidad romántica de pacotilla y me da que en realidad lo que quiere es parecer más joven de lo que es. A mí ya no me da ni asco, por mí como si se queja de que no la quieren, a ver si el PP se da un buen batacazo y desaparece esta pelmaza machista y patriarcal que se entrega en cuerpo y cuerpo al capitalismo de la estulticia.