Un usuario principiante de ubuntu se enfrenta a problemas que le parecen insalvables, pero tiene integrado en las venas el veneno de la voluntad que le hace sacar fuerzas de su fuero y furor de su furia, con lo cual acaba obteniendo las riendas de su sistema de temas de esfuerzos y el manejo de su ordenador. La rabia de su ganas de ganar el cielo de las posibilidades domina su miedo, y las posibilidades amplían la sensación de expansión personal en la red de la realidad comunitaria. Nada viene dado, todo se busca y se encuentra, intentando con la perseverancia de un poeta detrás del olor de la palabra arma, de la palabra aroma, porque el ubuntero es el jinete del genoma creativo de los vértigos contemporáneos. Seremos un día ubunteros libres. Tenemos entre manos las herramientas de la liberación del conocimiento sin fronteras y sin posesiones, más allá de las descargas y las creencias.