Venga, se me va a odiar por ser tan pesado, que si otra vez el situjihadismo, que además no se sabe ya muy bien qué es, y parece un poco oportunista, cuando además ya lo saqué a relucir en tantas ocasiones anteriores, como en Irán. Pero no tengo más remedio que nombrar lo que veo, lo que leo, lo que escucho. La revolución. ¿Por qué situjihadista?
Empecemos por dónde pueda, por ejemplo en lo que sucede ahora en Túnez, la gente ha rechazado al gobierno provisional, continuista de facto de la dictadura socialista sionista pro-occidental, y ha reinventado libremente las ocupaciones de los centros de poder. Efectivamente, siempre hay algunos que quieren volver al trabajo y a la «normalidad», pero la mayoría descubre la experiencia inédita de la libertad y, con la virginidad de una sociedad no encorsetada por lo que tienen que perder, que es tan poco, lo quieren todo, y lo más importante, sin compartirlo con los esbirros de ayer. La actitud situjihadista está también presente en las movilizaciones de ayer, que se prolongaron hasta esta madrugada, en Egipto. Los gritos son inequívocos: que caiga el régimen.
Ni revoluciones islámicas, ni árabes (pese a la borrachera de himnos y banderas nacionales), estas revoluciones en su profundidad performativa son una combinación de estrategias situacionistas y jihadistas que confluyen en una experiencia inédita de rechazo al dictador, lo espectacular concentrado, y a la esclerosis social provocada por el sionismo y el capitalismo salvaje en los países árabes, lo espectacular difuso. No es una revolución islamista, ni siquiera post-islamista, porque los manifestantes no siguen las instrucciones de líderes en tanto que musulmanes, sino que se unen en pie de igualdad en una conspiración de cómplices en la Red. Pero no nos engañemos: ni youtube, ni facebook, ni twitter, ni Al-Jazeera, ni los blogs son fines, son solo medios adecuados para una revolución que ha ido madurando durante décadas y que ya nada ni nadie puede detener.
Y entre las perdedoras que no pueden detener esta marea situjihadista se encuentran las diplomacias europeas y americana, basadas en un criterio ridículo, infame y asesino: un sionismo ciego que ha impuesto unos regímenes colaboracionistas, sionistas árabes, que van a derrumbarse una vez que caiga Mubarak. La diplomacia israelí, ocupada últimamente en gilipolleces y mentiras, no ha podido hacer nada para salvar a Ben Ali, y no podrán salvar al Carnicero del Nilo. Los pueblos van a organizarse libremente en cooperativas que ya están en gestación, donde ni las viejas izquierdas ni los sindicatos cavernarios podrán fácilmente apropiarse de la representación de los demás. Los europeos vamos a ver la historia del siglo veinte rebobinada, y con un nuevo final que no será sino la superación real de la condición servil.
Evidentemente, los peligros están ahí: los mitos: la independencia del ejército tunecino. La transición a la española, con Al-Baradei o con Moncef Marzouki. La revolución trotskista. Son todos ellos obstáculos simultáneamente esperpénticos y reales, desgraciadamente, para la plena toma de conciencia de los iracundos de la teoría de su ira. No hay más camino que la ruptura vertiginosa con las legitimidades establecidas, incluidas por supuesto las de las patrañas izquierdistas. La democracia debe convertirse en una utopía proyectada en los circuitos cooperativos de la situación concreta de cada población. Las premisas viciadas de análisis de los periodistas, indefectiblemente, tenderán a posicionar los avances en una vuelta a la normalidad que no es más que la reacción. Solo la conciencia de la revolución garantiza en Túnez y Egipto, los dos países que están liderando este momento histórico, una inteligencia de la liberación que trasciende el marco caducado de los medios de comunicación corporativos occidentales y, como no puede ser de otro modo, sionistas.
Actualización del 27 de Enero: Segundo día de manifestaciones en Egipto, esta vez muy violentamente reprimidas, pero la brutal torpeza del régimen es ya inútil. La caida de Mubarak es ya una cuestión de semanas, días.

Violencia policial en Egipto
Sr Abenyusuf:
Independientemente de su analisis, que tiene que ver lo que sucede en Tunes y Egipto con el titulo «La caida del Sionismo…»?
Pudo Ud. escribir «la caida de las dictaduras», «la caida de los regimenes», «la caida de los pro-occidentales»…
Le agradeceria profundamente si puede Ud. explicarme que significado tiene para Ud. la palabra «Sionista».
Atte. Shimshon Zamir. Israel.
Estimado Shimshon Zamir,
¿Puede usted explicarme primero que entiende por Israel?
Estimado Sr Abenyusuf:
Por supuesto.
Israel es el Estado que el Pueblo Judio, por intermedio de su Movimiento de Liberacion Nacional, el Sionismo, ha creado en su territorio ancestral (Eretz Israel- Palestina) con el objetivo de concentrar a todos aquellos Judios que quieren vivir en el.
Este proceso de Liberacion Nacional que ocurrio casi al mismo tiempo que el proceso paralelo en los Pueblos Arabes que se liberaron del imperialismo Otomano, y mas tarde, del Britanico, entro en una serie de conflictos con parte de esos Pueblos, y fundamentalmente con el Pueblo Palestino, con el cual comparte (el Pueblo Judio en su estado, Israel) un mismo territorio.
Dado que esos conflictos son politicos (aunque en parte tambien religiosos) es de esperar que Israel y los Palestinos sepan llegar a un Acuerdo de Paz que divida el territorio conjunto (Palestina- Eretz Israel) en dos Paises soberanos que viven en Paz entre ellos.
Atte. Shimshon.
Muy bien, entonces, ¿Por qué no me habla de los árabes israelíes?
Sr Abenyusuf:
Los Arabes Israelies son ciudadanos Israelies, que viven un conflicto muy dificil entre su Pueblo (Palestino) y su Nacion (Israel).
Cuando sea declarado el Estado Palestino, podran los Arabes Israelies decidir personalmente si quieren quedarse en su Nacion, o integrarse a su Pueblo (en forma parecida al Sionismo entre los Judios).
Atte. Shimshon.
Bueno, entonces, si los árabes israelíes pueden hipotéticamente tomar esa decisión, ¿por qué los palestinos no pueden optar a ser ciudadanos israelíes?
Sr Abenyusuf:
Los Arabes Israelies son ciudadanos desde 1948, y forman parte del total de los ciudadanos Israelies, que esta compuesto por un 80% de Judios y un 20% de Musulmanes.
La mayoria Judia del Estado de Israel esta interesada en seguir manteniendo su caracter de mayoria, dado que, como he escrito, el Estado de Israel fue construido para solucionar el problema nacional del Pueblo Judio (Diaspora, etc).
Los Palestinos, despues de haber solucionado su problema nacional (falta de Estado independiente) no tienen, supuestamente, ningun motivo para pedir (como grupo) la ciudadania Israeli.
Pero si en el futuro, algun ciudadano del Estado Palestino (como persona privada) querra convertirse en ciudadano Israeli, tendra todo el derecho de presentar su solicitud personal, y esta sera tratada en la misma forma que la presentada por un ciudadano Chino, Filipino, tailandes, etc.
Atte. Shimshon.
Sr. Shimshon, emplea usted una expresión concreta, «La mayoría está interesada», que no es un argumento, sino una constatación. Es decir, no lo plantea según una perspectiva objetiva, sino subjetiva. Frente a esa manifestación de interés, no cabe la argumentación, porque no parece negociable. De ahí la incomprensión mutua en todo lo subsiguiente.
Sr Abenyusuf: Me ha tenido Ud. «paseando» a su gusto por todas sus preguntas, a las que he respondido en forma concreta, tambien en el ultimo comentario.
Ud. por supuesto sabe tanto como yo, que los Judios no construyeron su Estado Independiente para ser «invadidos» por una ola de «no Judios», se llamen Palestinos o Chinos.
Por lo tanto, como muestra minimo de respeto hacia mis educadas respuestas, le solicito que me responda Ud. a mi pregunta original:»Que entiende Ud. por Sionismo?».
Le pongo la definición de la wikipedia, siempre muy exacta y recomendable:
http://es.wikipedia.org/wiki/Sionismo
Sr Abenyusuf:
«Su» definicion no concuerda demasiado con su articulo. Espero que Ud. ve las contradicciones entre ambos.
Atte. Shimshon.
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