Comienza a haber un eco en la prensa de la novela de Camille de Toledo. Copio el artículo de Sergi Pàmies, publicado en la página de Cultura, La Vanguardia, viernes 24 de febrero de 2012
De Toledo
Camille de Toledo es un escritor tan peculiar que en la solapa de la edición castellana de su ensayo El haya y el abedul se puede leer: “Camille de Toledo, ensayista y escritora”. En realidad, la escritora es un escritor de treinta y cinco años, pero ya se sabe que la compra de derechos de autor puede provocar momentos de cita a ciegas. En el 2002, De Toledo deslumbró a sus lectores con un manifiesto falsamente generacional titulado Archimondain Jolipunk, en el que escaneó el pensamiento de una época: antiglobalización, turismo internáutico, subversión privada y certificados de defunción de a) la alienación, b) el punk y el rock, c) el sindicalismo y el comunismo y d) la modernidad. El atrevimiento visionario del autor partía de una formación heterodoxa y nómada, basada en el gusto por el cine, la fotografía, el derecho, la historia y conatos de pedantería provocadora. Era un bagaje que atentaba contra el intercambio de favores como moneda corriente entre la aristocracia intelectual francesa, que De Toledo combate con contundencia.
Insumiso con los mandarinazgos, su libro retrató las tribus más impostoras del mayo de 68 con trazo expeditivo: “Dedicaron un tercio de su vida a preparar la revolución y otro tercio a traicionarla”. También desafió la sacralización del memorialismo oficial subvencionado:
“Cuando el recuerdo construido colectivamente se pone al servicio de un orden injusto, entonces el derecho a olvidar se convierte en un acto de legítima resistencia”.
Heredero del situacionismo y de la psicodelia crítica de Greil Marcus, atento a la evolución de una francofonía en la que Albin de la Simone es tan relevante como Léo Ferré, De Toledo hace virguerías con las ideas y se saca de la chistera fórmulas efervescentes como “tesis, antítesis, prótesis”. También es capaz de verbalizar que, en el mundo actual, los controladores aéreos tienen más poder que los ejércitos.
Todo este corpus está presente en En época de monstruos y catástrofes, que acaba de publicar Alpha Decay. Es una novela de una ambición monumental, que entremezcla tramas y reflexiones futuristas sobre la ambivalencia moral, la estratificación de la realidad, las ciudades-franquicia, la industrialización del deseo (comercializado en cápsulas de placer al detall y a granel) y la entronización del casi como nuevo modelo de tempo ético, estético y económico. Con una densidad que puede llegar a asustar pero que tiene recompensa, el libro es la excusa ideal para descubrir a un escritor-pensador que no sólo te obliga a revisar tu repertorio de certezas sino que, además, te empuja a soltar lastre para continuar avanzando.
Gracias a Sergi Pàmies por sus muy acertadas palabras. Espero que no se enfade por mi libertad de copiarlo sin pedirle permiso, y que La Vanguardia tolere este gesto de apropiación indebida de palabras sin edulcorante, contundentes e influyentes.