Bismilah, estoy dividido en tantos frentes que que me cuesta avanzar simultáneamente en todos. El primer frente y más importante es la tesis, pero me he metido en un análisis de la mitopoyética del fanatismo almohade que me augura muchos quebraderos de cabeza. Quiero avanzar en la persistencia del eurocentrismo decimonónico en el arabismo contemporáneo, pero también tengo que disecar la hermenéutica de los antecedentes islámicos del antisemitismo, que es el afán de buscar en el islam y los almohades en concreto el eslabón que permite unificar la islamofobia post-11-S y la defensa esencialista de Israel. Por eso mis poemas monedistas, el segundo frente, que tantas ampollas han levantado y que remiten a la lucha palestina enlazan con el núcleo duro de mi actividad.
El tercer frente es la consolidación de procedimientos de escritura, también ligado al monedismo, sobre lo que ya he escrito recientemente. Naturalmente, mi ambición es aplicar estos procedimientos a mi siempre inconclusa novela Corte zurdo. La escritura de esta novela se retrasa porque ha sufrido cambios inmensos. De ser una reescritura de Le Coeur Un, ha pasado a ser una integración de mi fracaso repetido en el intento de autoficción, tanto en el blog como a partir del caldo de cultivo tolediano, es decir, la influencia de las novelas, ensayos y otras creaciones recientes de Camille de Toledo.
El cuarto frente es este propio blog. Sus defectos son patentes, evidentes, constantes. Pero es también lo que mejor unifica los demás frentes, lo que me salva de la división paralizadora. Aquí caen los ecos de las lecturas, los ecos de mi vida también, los restos de las aspiraciones. Lo que queda de islámico en mí se refleja siempre y mejor en este blog. No es mucho pero es también lo más sólido después de tantos años. Del izquierdismo a la izquierda de la socialdemocracia y del anticapitalismo solamente soy capaz de salvar un cierto cinismo post-situacionista, pero voy a volver a confiar más en Zapatero, porque me obsesiona el poder en manos del PP. Me dan miedo. No los aguanto. Sería terrible. Preferiría no.