¡Venga ya! O sea, que cuando nos planteamos serias dudas sobre lo sensato y razonable de tener a una persona encerrada 18 meses por no tener los papeles en regla, somos demagogos e ignorantes. El segundo mandato de Zapatero responde desgraciadamente al tópico de siempre en la política: el poder se transforma en soberbia y desprecio. Borrell, de quien me fío más que Zapatero, votó en contra de la directiva sobre la inmigración ilegal, y no debió ser un error. ¿Y tendríamos que creernos que la derecha europea, que votó masivamente a favor, lo hacía por altruísmo y sentido de la responsabilidad para con los emigrantes o inmigrantes? ¡Venga ya!
¡Venga ya! La derecha europea no tendría nada que ver con la islamofobia y xenofobia de Berlusconi, con el clientelismo y la agenda neoconservadora de Sarkozy, con la genuflexión de Brown a los intereses usamericanos, con el nacionalcatolicismo del PP. ¡Venga ya! Zapatero nos toma por idiotas y nos llama ignorantes. Ya empezamos a insultar. ¿Se habrá creído que le votamos en masa en Marzo por su cara bonita? ¿Se habrá creído que nuestro apoyo iba a ser incondicional, diga lo que diga y haga lo que haga? ¡Venga ya!
Y hay más cosas que me cabrean. Me solidarizo plenamente con Juan José Cortés, que se siente utilizado por el sistema para una farsa de ejemplaridad, porque no es de recibo que al juez Tirado le sancionen con una multa, ni aunque sea de 6000 euros. No es de recibo, simplemente. Me desmarco plenamente de las declaraciones de Bibiana Aído, Ministra de Igualdad, porque son tan aproximativas que acaban siendo contraproducentes. Por supuesto, está en su derecho para hablar sobre el feminismo y el islam, cómo no, lo hacemos prácticamente todas las semanas en nuestros blogs, pero no empezando con una confusión deliberada entre árabes y musulmanes, que sólo responde a prejuicios xenófobos, no ciñéndose al guión machacón del pañuelo que cubre el cabello, y no mezclando occidental con pantalón y camisa. Como sólo he podido escuchar lo que han puesto los medios de comunicación, no sé sí hay algo más interesante de sus declaraciones que se me escapa, pero lo que vi era sinceramente lamentable. Es cierto que los titulares de Público y El País eran engañosos, para prensentar las declaraciones como un ataque llano al islam, pero es lamentable también que no haya abordado la cuestión con responsabilidad. Hacer xenofobia barata con el feminismo, a estas alturas, es una irresponsabilidad. ¡Cúantas cuestiones podría haber tratado, con un poco de incisión! También ligadas a la forma de vestir, por supuesto, pero no para atacar el velo, sino su posible imposición en ciertos casos, por ejemplo. Mal camino, mal camino. Claro que tiene derecho a pensar lo que quiera del velo, decir que le parece retrógrado y poco respetable, pero no tiene la razón de su lado si lo que quiere es asociar velo con islam e islam con machismo, porque es un pelín más complicado.
Pero también me cabreo con la respuesta de Mansur Escudero, recogida por El País, que afirma en respuesta de un diálogo de besugos que en los países islámicos hay menos violencia doméstica que en España. ¡Venga ya! Si la respuesta a una aproximación es otra más falsa aún, poco avanzamos. Porque además, en el supuesto (inverificable dada la ausencia de mecanismos para medir y comparar) de que se produjeran menos casos de violencia doméstica en los países islámicos, ese no es en absoluto el único baremo para medir la igualdad y la paridad entre géneros, y está claro que los países signatarios de la carta de Declaración Universal Islámica de Derechos Humanos auspiciada por la Organización de la Conferencia Islámica han suscrito un texto que supone un retroceso legal en los derechos de las mujeres con respecto a la Declaración Universal. Suficiente motivo como para no poner de ejemplo a los países islámicos, sin entrar ni de cerca en la situación concreta de todos y cada uno de los países que estamos llamando «islámicos».
Así que el panorama en pocos mese ha pasado de la confianza en ciertos representantes a la sensación de desolación, de claudicación ante la agenda neoconservadora y a la regañiña de los que seguimos siendo díscolos porque no hemos hecho más que defender los mismos principios antes y depués de la elecciones. ¿Ignorancia supina? ¡Venga ya, venga ya, wa-Al.lâhi, venga ya!
P. S. : Sorprendentemente, publicado en webislam el 27 de junio, y votaron 52 puntos. ¡No está mal!