Archivo de la etiqueta: Libia

Libia como síntoma de la revolución situjihadista

MBK rompió con A.B. tras la caída de B.A. Siento como yo, Abenyusuf, rompo con Abdennur Prado con la intervención occidental en Libia. Es para mí una ruptura en lo simbólico, no en lo personal, que nunca ha que verse afectado por estas decisiones inevitables. Es una ruptura, salvando la posible cursilería de la comparación, como la de Debord con Vaneigem o Khayati. En todos estos años desde que voy escribiendo el blog, he tenido dos referentes intelectuales preferentes, en dos alas de mi impulso, Abdennur Prado y Camille de Toledo, el andalusí de los jardines de la poesía y el judío de las pedagogías vertiginosas. Sin lo que me venía de ellos en los años previos, desde 2002 y 2006 respectivamente, no me hubiera lanzado a escribir un blog en 2007, decisión en la que también entraron muchos más factores. Hoy la revolución situjihadista, el situjihadismo que comencé a teorizar en 2006, en un prototipo llamado Dogmática Situacionista Islamista, ha alcanzado una dimensión histórica sin precedentes. No debo seguir presentándome a la sombra de otro pensador que me ha estimulado, pero que ya no dice lo que quiero oír, o no habla de lo que hablo yo. Sé que con el tiempo he perdido influencia, distanciándome mucho de webislam, y después de ciertas tendencias del activismo propalestino. Me importa aún la opinión de amigos de facebook, citando a Carlos Sardiña Galache, periodista de primera categoría y traductor, o la de seres queridos; del mismo modo, sé que estoy insistiendo tozudamente en una definición «situjihadista» de lo que sucede, definición autorreferencial que me he inventado y que nadie emplea, pero que sigo considerando la más acertada, la que mejor resume lo que sucede en todos los países árabes y habrá de extenderse por todo el planeta.

Cuando veo las imágenes de los jeeps de los milicianos  de la Libia Libre pienso que así es el color del situjihadismo, unos jeeps con pintadas (Allahu Akbar), arena, y una juventud con armas dirigiéndose al frente para luchar por la libertad, de ellos y de sus familias. Esos son los héroes después de los héroes tunecinos y egipcios, como los héroes de tantos otros países: hombres y mujeres jóvenes que salen a la calle, toman las plazas y las ciudades para pedir sus derechos, para exigir libertad y para clamar su rabia contra las dictaduras que padecen. En Libia, el situjihadismo ha sido tan fuerte que consiguió en apenas una semana que buena parte de las ciudades dejaran de reconocer al tirano de Trípoli. La contrarrevolución fue un aplastamiento militar de la población, la versión espectacular de lo que un tirano puede hacer con las armas de Occidente. El valor de los milicianos y de los soldados desertores que se unieron enseguida a la revolución, sobre todo en Bengazi, fue determinante para lograr in extremis aguantar tres semanas la salvaje respuesta de los Gaddafi, padre e hijos. Frente a la madurez revolucionaria de los libios y las libias, aquí en Europa muchos perdieron los nervios, dispuestos a refugiarse en la cueva de un «No a la guerra» a destiempo, cuando por fin la vergüenza y un mínimo sentido de la responsabilidad histórica interpeló a la llamada comunidad internacional. Libia es  ya el síntoma de la emancipación realizándose ahora mismo en todas las situaciones: vanguardia, retaguardia, oposición en el exilio y compromiso intelectual de los situjihadistas de cualquier parte del frente internacional. Las situaciones de victoria, ya sea parcial o efímera, de la revolución en Libia se despojan y son despojadas por los milicianos de cualquier tutelaje ideológico de la izquierda europea, desde la institucional hasta la anticapitalista «corriente chavista». En ese sentido, y solo en ese sentido, pese al sufrimiento que engendra la guerra, Libia es también una buena noticia, un salto decisivo para la humanidad, un avance importantísimo en la deseuropeización/descristianización de las luchas por los DDHH, la libertad, la democracia y la plena posesión de su existencia por cada individuo.

2 comentarios

Archivado bajo al-Andalus, arabismo, autobiografía, Boicot a las dictaduras, Camille de Toledo, rhetorics, situjihadism, كرامة, [[الله اكبر]], صبر

Viva el Imperio contra Gaddafi

Contra Abdennur Prado, contra Gaspar Llamazares, contra todos los que respetaba hasta hace poco y que se han posicionado del «lado de la paz».

 

Sí, vivan las bombas imperialistas. Vivan las democracias corruptas. Viva el belicismo de los europeos. Sí a la Cruzada contra un tirano peligroso. Sí a la tecnología armamentística contra las payasadas de un loco demente y psicópata. Sí al rodillo de la cámara. Sí a Zapatero, sí a Chacón. De hecho, sí a Chacón para siempre. Chacón presidenta del gobierno en 2012. Sí a las bombas contra el ejército de Gaddafi. Sí a las muertes de los soldados de Gaddafi que se empeñen en atacar a los milicianos de la Libia Libre. Sí a la política de Obama de frenar a un sátrapa con las manos manchadas de sangre. No a los aliados pacifistas de Gaddafi. No a los tontos útiles de la solidaridad con las tiranías tercermundistas. No a los propagandistas de la tiranía antiimperialista.   Viva el Imperio contra Gaddafi, el Imperio arrogante, potente, poderoso. La fuerza está con vosotros, pilotos  de los aliados. Evitad matar a civiles, y lograd nuestros objetivos. Ayudad a la revolución situjihadista en el país donde la revolución ha logrado alzarse contra un dictador despiadado.

Viva la guerra por la libertad. Viva la revolución situjihadista. Viva Libia Libre.

7 comentarios

Archivado bajo politics, situjihadism, USA

Apoyo al pueblo libio y a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU

No me quedaré callado: creo que la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU es buena, que tendrá un efecto positivo sobre el curso de los acontecimientos en Libia y que contribuirá a ayudar al pueblo libio para que se libren de su dictador. Leo opiniones de todo tipo, desde aquellas en las que se condena toda intervención militar occidental, pidiendo soluciones pacíficas (sin concretar cuáles), hasta aquellas que dicen que es y será una trampa para hacerse con el buen petróleo de Libia. También he visto las imágenes de Bengazi en júbilo, y creo que la conferencia de prensa del Ministro de Exteriores libio del régimen interrumpida por unos jóvenes alborotadores a favor  de Gaddafi demuestra el desastre actual de la jerarquía, la seguridad y la organización de lo que queda del antiguo régimen.

Si ayer el pesimismo recorría las redacciones de la prensa de buena parte del mundo, hoy creo que comienza el principio del fin de la era del dictador libio. Si no me equivoco, esta resolución facilitará el traspaso de armas desde Egipto hasta la Libia Libre. Y además, si se impide desde las próximas horas que los aviones militares bombardeen la ciudad que encarna la revolución situjihadista en Libia, es probable que las mismas fuerzas que habían ganado terreno en las dos últimas semanas den marcha atrás, y esta vez hasta la derrota. Confío plenamente en el pueblo libio para organizar su lucha hasta una victoria definitiva, y confío en los revolucionarios para conseguir una democracia inédita, que nos asombrará por su madurez teórica y práctica. Mientras, la ONU ha vuelto a nacer. Enhorabuena. El mérito es exclusivo de los hombres y las mujeres de Libia que, con su lucha y su fuerza, han sabido aguantar lo más duro.

2 comentarios

Archivado bajo Intifada, islam, politics, situjihadism, USA, كرامة

Los libios son libres y seguirán siéndolo

Rindo mi homenaje a Bengazi. Saludo el valor de la ciudadanía de Bengazi saliendo a manifestarse en apoyo a su revolución sabiendo que los ejércitos y los mercenarios de Gaddafi se acercan a la ciudad. La revolución libia será mucho más dura, mucho más trágica, pero llevará al pueblo libio a la libertad, así como a todos los pueblos que se suman y se sumarán a la gran revolución situjihadista, que atraviesa fronteras, lenguas y confesiones en todo el mundo árabe. Ni los soldados saudíes podrán aplastar las ansias de libertad de los bahreiníes, ni las tropas de Gaddafi podrán extirpar el gusto de victoria de la boca de los que asesinen, los defensores de la libertad. La muerte de los milicianos libios libres no devolverá ningún poder a la familia de dictadores, padre e hijos, que ordenan la represión sin contemplaciones. La dictadura de Gaddafi está acabada desde hace tiempo, y su agonía sanguinaria es la consecuencia lógica de un recorrido de violencia patológica con ataques de tortura, terrorismos, corrupciones y saqueos.

No. Los libios nunca más se someterán a la locura ridícula y horrorosa de esa familia de desgraciados sin conciencia. Los soldados podrán bombardear, podrán asesinar, violar, machacar los huesos y las caras de los jóvenes, pero el pueblo libio nunca consentirá ser dirigido por los Gaddafi. Las mujeres libias no dejarán de inculcar a la sociedad que su futuro no se decidirá en los palacios de los sátrapas. Los juristas, los abogados, los médicos, todos y cada uno de los colectivos profesionales que han estado en la vanguardia de la revolución vivida en Bengazi y otras ciudades libias han ejercido de forma ejemplar su vida libre durante unas semanas. Esa lucha es suficiente para inspirar cien años de resistencia a los asesinos que usurpan el poder, la palabra y la riqueza de todos. Los Gaddafi no pasarán por encima de la revolución, no se pasearán nunca por las calles de honor de una ciudad libre: solo entrarán en una ciudad en ruinas, que habrá luchado fieramente, mortalmente, libremente.

Deja un comentario

Archivado bajo Intifada, islam, politics, situjihadism, كرامة, [[الله اكبر]], صبر

¿Financió Gaddafi la campaña electoral de Sarkozy en 2007?

Tal vez puede ser un escándalo fatal para Sarkozy, que ya ha tenido que deshacerse de la Ministra de Asuntos Exteriores Michèle Alliot-Marie por sus lazos empresariales con destacados empresarios del sistema benalista. Si la noticia que reproduce un medio de comunicación afín al régimen de Gaddafi es cierta, se trataría de un intento de desestabilizar al presidente francés el mismo día en el que Francia reconoce a las autoridades autoconstituidas de Bengazi la legitimidad de representar a Libia.

Simultáneamente, Sarkozy propone lanzar «bombardeos quirúrgicos», o selectivos, sobre Libia. O el presidente se da prisa y camufla el soplo a la prensa del escándalo de la financiación, o se desatarán las críticas y se exigirán responsabilidades políticas.

Una dictadura como la de Gaddafi,  en sus últimas horas desde un punto de vista político, podría estar jugando perfectamente a la estrategia de hacer daño a todos, para quemar todos y cada uno de los cartuchos que le quedan. Así, lanzar una ofensiva diplomática y al mismo tiempo amenazar con aliarse con Osama Bin laden y Al Qaeda; así, bombardear los pozos e invitar a la prensa extranjera. Decisiones impredecibles, y cuya única coherencia es hacer todo cuanto sea posible: atacar al pueblo, desinformar en los medios de comunicación, desestabilizar a la UE y arengar a sus tropas.

Pero la cuestión de la financiación de la campaña electoral de Sarkozy en 2007 con petrodólares de Gaddafi va a tener inmediatamente una repercusión: Voces van a pedir una investigación. Se sabe que las campañas electorales de la derecha francesa y del PSF son siempre, por naturaleza, sucias, pero en este caso, la mezcla de bombas y votos puede ser un cóctel políticamente explosivo para una ciudadanía francesa exasperada por la chabacanería, la chulería y la desfachatez de la clase política gobernante de Sarkozy. Sarkozy, t’es foutu!

Deja un comentario

Archivado bajo France, politics, situjihadism

Consideraciones sobre la revolución situjihadista, de Túnez a Libia


El mérito del escritor y filósofo franco-tunecino Mehdi Belhaj Kacem a la hora de escribir la revolución en Túnez, instalándose en ese país, consiste en haber dado el pistoletazo de salida a la exégesis en directo del acontecimiento, el renacimiento tunecino, como ha querido llamarlo. En un dossier que se va publicando en La Règle du Jeu, Mehdi Belhaj Kacem ha ido esbozando su reflexión al paso de la revolución, un elogio de la política recuperada y una despedida de sus mentores en la filosofía, Badiou y Zizek. El ajuste de cuentas con su maestro francés me parece más bien secundario, aunque contenga buenas dosis de limpieza del pensamiento filosófico de MBK. Bienvenido sea todo ejercicio de depuración epistemológica.

Pero lo que quiero yo es pensar en mis propias consideraciones sobre lo que él nos plantea. Por de pronto, y aún a riesgo de cierta osadía, creo que es un error querer ceñir el acontecimiento tunecino desatándolo de lo que sucedió después en Egipto, de lo que sucede hoy en Libia, y de lo que sucederá pronto en Arabia Saudí, Siria o Jordania. Que la revolución haya empezado en el país «probablemente más laico del mundo árabe» es un hecho, no una explicación. Tal vez las formas más ridículas del laicismo oficial se acumularon con versiones de  islamismo de pacotilla desde el poder del benalismo para llevar hasta el punto máximo de cólera el ánimo de la población. También es un error plantear la revolución tunecina en la onda de una metafísica de la Ley, del Derecho, de la Libertad «por derecho», frente al igualitarismo ciego al que MBK torpedea y bombardea con todo tipo de malos calificativos, cuando la revolución, no tunecina, sino situjihadista, contiene precisamente una salida de la metafísica de la Ley (la Sunna islamista) para entrar en la pedagogía del vértigo andalusí: el constante cuestionamiento de las bases de la legitimidad política, cultural, poética, por una multitud por fin liberada del pensamiento esencialista (totalitario, ideológico o religioso).

Bien es cierto que MBK pretende hacer un ejercicio de análisis fuera de la Metafísica Islámica para introducirnos en una Metafísica marxista. «Un marxista de derechas», ya que él mismo acaba incluso identificándose con esos términos, siguiendo supuestamente a Kojève. Y se equivoca solo en parte, solo en el segundo movimiento. La revolución situjihadista sella el final del comunismo futuro tanto como el del islamismo pasado. MBK nunca encontrará en los EEUU las condiciones para un posible comunismo con la libertad, porque Obama no anuncia sino la continuidad de un desastre imparable, el del capitalismo descompuesto. Pero, más grave aún, MBK elogia incluso a la diplomacia americana, en un ejercicio de supuesta abertura que delata su confusión definitiva. En efecto, el frenazo de la revolución situjihadista en Libia, tras el grandísimo progreso revolucionario alcanzado en Egipto, se debe a que la dictadura libia cuenta con muchos medios bélicos comprados a países occidentales, mientras que Obama ha perdido toda influencia sobre países como Italia, que no ha roto sus lazos con Gaddafi. Nunca los EEUU habrán sido tan débiles políticamente, tan agotados como potencia influyente, probablemente desde su nacimiento como nación.

Quien puede decidir el resultado de la Guerra Civil en Libia no es otro que el pueblo libio, que necesitará nuestro apoyo constante, en forma de exégesis, transmisión y defensa de su causa públicamente. La valentía de los hombres que están defendiendo el territorio liberado necesita una retaguardia sólida, internacional, que no se centre en los particularismos y en las alabanzas de lo que ya se ha conseguido. El camino hacia la revolución en todo el mundo será largo, y necesitará de las mejores capacidades de reflexión para secundar a los que luchan en provecho de todos.

1 comentario

Archivado bajo anarquismo, arabismo, colonialism, Cosmopolitanism, criticism, Human Rights, islam, Izquierda Anticapitalista, nationalism, Obama, orientalism, politics, situjihadism, Urban Culture, USA, كرامة, Virtual bonfire

La lección libia

«Il faut rassurer les Français sur toutes les migrations de populations qui viendraient de la Méditerranée. Après tout remettons-les dans les bateaux!»

Chantal Brunel, diputada y exportavoz del gobernante UMP en Francia, 08/03/2011

 

Los revolucionarios libios no aguantan la batalla contra las tropas leales y los profesionales de Gaddafi. Se habla de pilotos sirios, y en Italia el dictador aún cuenta con muchos fieles. La lección libia nos dice que el combate militar no basta, y que hay que forzar la ruptura financiera de la UE con la familia más ladrona de Trípoli. Libia está rodeada de dos países encaminados definitivamente hacia el futuro revolucionario, pero tiene que luchar contra un equipamiento militar europeo muy reciente. Berlusconi está detrás de las fuerzas leales al régimen dictatorial, pero ningún país europeo ha exigido una explicación a su vecino de la Unión. Otra violencia más imprevisible y reaccionaria, neofascista y tenebrosa,  se extenderá  a otros países si no somos capaces de corregir la inoperancia europea frente a la voluntad criminal de dichos brutos, mafiosos y sanguinarios payasos.

Deja un comentario

Archivado bajo Boicot a Italia, Boicot a La Unión Europea, Boicot a las dictaduras, dâr al-Harb, EU, Human Rights, Intifada, islam, islamofascismo, islamofobia, Izquierda Anticapitalista, politics, situjihadism, كرامة, دعاء, صلاة, صبر

El poder práctico de la multitud en Libia

 

Manifestantes se congregan en Derna, un pueblo del oriente de Libia, en esta foto tomada por Xinhua, la agencia de noticias oficial de China el miércoles 23 de febrero del 2011. (Foto AP/Xinhua, Nasser Nouri) Foto: The Associated Press

La toma del control de las ciudades libias por los habitantes, organizados -o no tan organizados- en comités, «soviets», o agrupaciones vecinales, en un marco de respeto de la ley oral más o menos entendida como sharia, o islam vivido, no tiene un símil fácil con los acontecimientos que conocimos previamente en Túnez o en Egipto. Ya sea porque, a pesar del petróleo-estalinismo del régimen, la retórica de la autogestión funcionó de alguna manera, –de otra manera-, durante ciertos periodos en Libia y reaparece hoy en una forma radicalmente más libre, o porque la revolución acarrea siempre la puesta en práctica autónoma de su devenir por los revolucionarios, el caso es que los caminos, las carreteras, las calles liberadas por los ciudadanos libios, por las tribus y por los militares que se han sumado a la revolución son hoy seguras para el tránsito de los habitantes y de los primeros periodistas que entran en el país por las fronteras terrestres. Desmintiendo los vaticinios pavlovianos que diagnostican de antemano el caos, el crimen, los atropellos, la barbarie de la violencia en cuanto no hay la mano dura de una autoridad con el monopolio efectivo y efectista, espectacular y pectoral del poder y del uso de la fuerza, lo que los revolucionarios libios nos enseñan hoy es que no necesitan ni quieren estructuras jerárquicas (como sucedió en Túnez y Egipto con sendos ejércitos) para mantener el orden y garantizar la seguridad de las personas, libias o extranjeras, en los territorios provisionalmente liberados, unas TAZ de ciudades enteras. Y lo más significativo es que además está sucediendo en un contexto en el que elementos salvajes (mercenarios y sicarios) pueden reaparecer para sabotear cualquier sensación de seguridad, pero el pueblo no tiene miedo y festeja su poder práctico.

Las paradojas históricas son realmente curiosas, porque de limitaciones y de taras fatales nacen a veces factores realmente decisivos, como la paradoja  de que Libia tenga o tuviera un dictador militar hasta hace unos días y que el ejército fuera sin embargo una estructura débil, parcelada y con una línea de mando que no logró borrar las peculiaridades de los equilibrios tribales de la propia sociedad. A pesar de la debilidad del ejército y su incapacidad para desempeñar el papel tutelar que hubiera deseado Occidente y buena parte de la opinión pública, conviene recalcar que, aunque también pueda haber facilitado la represión tan violenta de los hombres de Gaddafi allí donde han podido, sobre todo ha forzado a la deserción gota a gota de los soldados, los oficiales y los diplomáticos en el extranjero, pasándose al campo revolucionario de forma mucho más comprometida de como sucedió en Túnez y Egipto con sendos cuerpos de las fuerzas armadas nacionales.

La intifada situjihadista en Libia es pues la más radical de las configuraciones que ha adoptado la multitud en la gran revolución que lleva dos meses extendiéndose por el mundo árabe. Sin menospreciar los procesos en marcha y la voluntad firmemente revolucionaria de los pueblos tunecino y egipcio, que demuestran cada día -¡y de qué forma!- su voluntad de romper definitivamente con la represión del pasado y proseguir con, llevar adelante y hacer que triunfen sus revoluciones, solo en Libia se está gestando un fenómeno incontrolable desde fuera e irreductible a los paradigmas fukuyamistas del binomio democracia representativa + mercado liberalizado. Solo en Libia el experimento de la libertad se realiza desde una cuasi tábula rasa de décadas de aislacionismo, de hermetismo y de desierto político/turístico. Por ello, solo en Libia la confluencia de los factores más dispares (riqueza del país, fragilidad nacional y aspiraciones libertarias infinitas) alcanza la ecuación de lo posible con lo impensado: una toma de posesión colectiva de los medios para la vida sin ataduras.

Deja un comentario

Archivado bajo Intifada, islam, Jihâd, politics, situjihadism, TAZ, كرامة

Libia no es Haití

La intifada libia no es una catástrofe natural. La intifada libia es como la intifada palestina, sangrienta pero solemne. La intifada libia no necesita la movilización de las ONG’s como se movilizaron detrás del tsunami. Somos nosotros los que debemos tener la humildad de admirar el control autónomo de la población de las ciudades del Este del país. Más frialdad. Silencio. Un pueblo está acabando con un dictador. La intifada libia es poética. Hay mucho sufrimiento, un sufrimiento enorme, pero hay también un momento histórico que no admite interferencias. Que Trinidad Jiménez deje de enfatizar el enfado de sus cejas para amenazar como una profesora a un niño malo. Quiero ver a Europa por el suelo implorar al pueblo libio que los obreros reanuden la actividad de extracción de bruto. Quiero ver las imágenes truculentas del linchamiento de Gaddafi y sus hijos.  Quiero  ver a un pueblo matando a un tirano. Y quiero que nos pongan esas imágenes en las televisiones como nos pusieron el fusilamiento de Ceaucescu o el ahorcamiento de Saddam Husein. Quiero ver a Berlusconi acojonado. Quiero ver al rey de Arabia Saudí temblando de miedo. Quiero ver tribalismo puro y duro ensañándonse con los mercenarios africanos como los almohades con los castellanos en Alarcos. Y quiero ver al pueblo libio llevando la revolución hasta que cause el terror del capitalismo.

Ya lo hemos hecho en múltiples ocasiones, en Afganistán seguimos haciéndolo. Bajo la excusa de proteger, de la intervención humanitaria, se coloniza, se corrompe, se roba, se maltrata y e insulta a los pueblos protegidos. Los protectorados, ese término que empleó el imperialismo para dominar a los pueblos, fueron el instrumento legal para «acompañar a las jóvenes naciones en la senda hacia el progreso». Propaganda. Dejemos a los libios acabar el trabajo solos. Han salido a luchar no porque los hayamos convencido de la bondad de la democracia, sino porque estaban tan hartos de Gaddafi que estaban dispuestos a todo. No nos metamos en ese asunto. Si hay Guerra Civil, que la haya. Ganarán los situjihadistas, los muyaidines, los fedayines de Libia. Si la violencia se extiende para combatir a los asesinos, matarlos allí donde se encuentren, que así sea. Si la revolución situjihadista logra derrocar pacíficamente a otros carniceros en el poder, mejor que mejor, pero si tienen que luchar para conseguirlo, no somos nadie para atrevernos a impedirlo.

Es más, el problema es que aquí ya no sabemos ni protestar pacíficamente. Tenemos tanto miedo de perder lo nuestro que tragamos con la indencencia a cucharadas. No daré ejemplos, no tiene ningún sentido mencionar nuestras vergüenzas al lado de la gloriosa insurrección libia. Tampoco comparo lo que sucede allí con lo que sucede aquí. Simplemente constato que no tenemos nada que aportar a la intifada libia. Por de pronto, podríamos seguir conociendo y dando a conocer lo que sabemos y no queremos asumir de nuestra propia miseria ética, moral, política, ciudadana. Las corporaciones energéticas nos roban a pequeña escala como han robado a gran escala durante un siglo hasta hace pocos días a Libia, negociando con Gaddafi a espaldas del pueblo. Si no sabemos enfrentarnos inteligentemente contra Repsol, ¿Cómo vamos a ayudar a los libios?

Libia no es Haití. En Libia el pueblo está caminando hacia una libertad inédita que no viene de  la mano de los partidos políticos. Los únicos referentes son el islam popular, el islam legalista, la retórica residual socialista y una buena dosis de teoría práctica libertaria aprendida en el momento mismo de la revolución. ¿Qué vamos a aportarles, si no sabemos ya cómo librarnos de la hipocresía de los políticos, de la corrupción de las oligarquías, de la dictadura de los bancos y de la amenaza del paro? Libia no es Haití, ni es Nueva Orleans tras el paso del Katrina. Libia es la dignidad luchando contra las armas, los tanques, los aviones que Occidente vendió a Gaddafi.

1 comentario

Archivado bajo "Socialist" Zionism, anarquismo, arabismo, âge hypermoderne, Bagdad, Boicot a Arabia Saudí, Boicot a China, Boicot a Israel, Boicot a Italia, Boicot a La Unión Europea, Boicot a las dictaduras, Boicot a Rusia, Boicot a USA, capitalism, colonialism, culture's distortion, dâr al-Harb, EU, Human Rights, humanitarism, II Guerra Fría, imperialism, Intifada, islam, islamofascismo, islamofobia, Izquierda Anticapitalista, Jihâd, loci a persona, loci a re, nationalism, Obama, orientalism, Palestine, politics, rhetorics, Rightist Zionism, sent-hoyo, situjihadism, Sufism, TAZ, Urban Culture, كرامة, [[الله اكبر]], القران الكريم, المقاومة المسلحة في فلسطين, انتفاضة غيتو غزّة, صلاة, صبر

Intifada y situjihadismo

Hay que leer las noticias en árabe para vislumbrar con cierta seguridad obviedades que se esconden en los filtros inherentes a la prensa occidental. La obviedad más trágica y épica en estos momentos es que lo que sucede en Libia es una intifada, literalmente «insurrección», término que remite a la Intifada por antonomasia, la Intifada palestina. Pero lo importante de esta obviedad trascendente que se bloquea en los filtros espectaculares es que ilumina con rotundidad en qué sentido el acontecimiento, la toma de posesión de la realidad misma por el cuerpo social insurrecto, remite a una genealogía específica árabe y universal que a su vez se ha plasmado concretamente en la lucha infatigable durante décadas del pueblo palestino. Con los errores y aciertos de la resistencia palestina, con la experiencia acumulada de años de sinsabores, sufrimientos y mentiras diplomáticas, los palestinos han educado a los demás seres libres del mundo, demostrándoles que los discursos oficiales de las democracias occidentales no eran sino cómplices de la barbarie ejercida contra ellos por ser los que son, una identidad incómoda para una ideología supremacista y ultracapitalista: el sionismo cristiano, americano e israelí.

Llamar a la radicalización situjihadista en Libia por su nombre árabe, intifada, es un acto de justicia y de honestidad revolucionaria. Porque lo que está en juego en Libia es la reposición, como en la televisión, de una vieja película: el bombardeo inclemente de la población civil por fuerzas armadas con las municiones vendidas a Libia por las mismas potencias que apoyan incondicionalmente a Israel contra los palestinos. Y esta vez, la tragedia convertida en farsangrienta anuncia en su inversión histórica (la victoria de los oprimidos) una redención a posteriori del martirio de los palestinos de Gaza, de Yenín, de Sabra y Shatila. Nadie puede devolver la vida a los muertos, pero la libertad recobrada honra su memoria y devuelve, en parte, la dignidad a los familiares de las víctimas.

En cuanto a la impunidad de las masacres, de los cómplices de las masacres, evitaré falsos consuelos. La presencia insultante  de Simón Peres hoy en España dice ampliamente el grado de infamia a la que nos hemos acostumbrado. Que alguien como Gaddafi pueda ser ahora reconocido como lo que siempre ha sido, un psicópata, es apenas un entretenimiento espectacular que se añade a la galería de los desmentidos publicitarios: Ben Alí, Mubarak, el rey Abdallah de Arabia Saudí, la lista de los dictadores recibidos con todos los honores en las sedes de los gobiernos de todas las democracias más importantes de la Unión Europea es la lista de nuestra humillación. No cabe por tanto ninguna piedad con los sátrapas, mercaderes de armas y filántropos del sector energético que puedan caer en el transcurso de la revolución en marcha. Si Berlusconi tiene miedo por sus ricos negocios con Gaddafi, lo mismo cabe decir de Juan Carlos I, Sarkozy e incluso de Merkel. La extensión de la intifada a la Península Arábiga es deseable y próxima. Confio en la rivalidad de Catar con la monarquía saudí para que asistamos a una nueva fase prometedora de vibrantes liberaciones e insurrecciones.

Deja un comentario

Archivado bajo Intifada, islam, Izquierda Anticapitalista, Jihâd, politics, situjihadism, كرامة, [[الله اكبر]], القران الكريم, المقاومة المسلحة في فلسطين, انتفاضة غيتو غزّة

La radicalización del situjihadismo

En toda revolución se viven momentos tan decisivos que abrogan el mundo tal y como lo conocíamos hasta entonces. Ese momento ha llegado hoy para el capitalismo cuando los obreros libios de las plantas petroleras han decidido parar la producción de crudo que consumimos en Europa. La revolución situjihadista en Túnez y  Egipto no había tenido hasta ahora ninguna consecuencia reseñable en la economía europea: con la revolución situjihadista en Libia llegamos a una nueva fase que puede hacer tambalear el orden instaurado por las corporaciones petroleras (es decir, Repsol tiene un problema). Saludamos pues la radicalización del situjihadismo que convierte esta revolución en una lucha libertaria, antisionista y anticapitalista.

Libertaria, porque las multitudes arrancan su libertad y esa forma de apoderarse de sus vidas no tiene parangón con libertades formales que no puedan realmente ejercerse. Vemos que en Egipto el pueblo rechaza masivamente los sucesivos gobiernos mubarakianos que el ejército trata de normalizar de cara al exterior, sobre todo de cara a los Estados Unidos. La revolución es libertaria porque hay una auténtica explosión de deseos, iniciativas y luchas que no se ciñen a lo meramente político, sino que afectan a la posesión plena de la vida cotidiana.

Antisionista, porque el orden imperante de los dictadores árabes estaba hecho a medida para vender la propaganda israelí según la cual Israel era la única democracia de Oriente Medio. Nada más sintomático que leer a un patético BHL proclamar en El País que en la plaza Tahrir no había mensajes antisionionistas. Acaso BHL no quiere saber que si Mubarak era tan odiado, además de por su crueldad, su corrupción y su soberbia, se debía en gran medida al apoyo que el dictador brindó a Israel para matar a los palestinos de Gaza. «Hoy Egipto, mañana Palestina», cantan las multitudes, sabiendo muy bien a qué se refieren.

Anticapitalista, porque los aliados de los dictadores, las corporaciones del gas y del petróleo, son los enemigos de las multitudes en cólera. Porque la poesía  revolucionaria recorre las calles, las paredes de las comisarías okupadas, las pancartas enarboladas en las plazas. Porque las situaciones de lucha ponen frente a frente a los obreros en huelga y a los directivos del sistema. Porque el mensaje más repetido en los diferentes escenarios situjihadistas es «La gente quiere derrocar al sistema». Y el sistema que están derrocando se inscribe desde hace décadas en el orden mundial capitalista que impera en todo el planeta.

No es la primera revolución situacionista que triunfa, como dice Mehdi Belhaj Kacem, porque además de la victoria de las multitudes sin partidos que monopolicen su representación, es la victoria del islam sobre los islamismos políticos de viejas fórmulas, ya sean jerárquicas o terroristas. No es una revolución situacionista, es situjihadista, porque el esfuerzo colectivo (jihad) que protagonizan las multitudes musulmanas no tiene parangón con la (loable) movilización de una vanguardia en un contexto de marxismos urbanos varios como el que se dio en París en mayo del 68. No es una revolución árabe, como se empeñan en presentarla blogs y periódicos, porque el islam es un factor si cabe más importante que la procedencia cultural común árabe. Mis pronósticos de la semana pasada se quedaron muy cortos: la revolución no derivará en una extensión del fukuyamismo, sino en la superación por y en las situaciones de jihad de los marcos pasados de lo político. La radicalización del situjihadismo exige hoy una interpretación revolucionaria de los acontecimientos más insólitos.

Deja un comentario

Archivado bajo "Socialist" Zionism, anarquismo, arabismo, Boicot a Arabia Saudí, Boicot a China, Boicot a Israel, Boicot a Italia, Boicot a La Unión Europea, Boicot a las dictaduras, Boicot a Rusia, Boicot a USA, capitalism, dâr al-Harb, EU, France, Guy Debord, Human Rights, islam, Izquierda Anticapitalista, Jihâd, loci a persona, loci a re, Palestine, poética, politics, Rightist Zionism, sent-hoyo, situjihadism, TAZ, Urban Culture, كرامة, [[الله اكبر]], القران الكريم, المقاومة المسلحة في فلسطين, انتفاضة غيتو غزّة, حرب في أفغانستان, دعاء, صلاة

Situjihadismo en Libia

Los manifestantes convocados en Libia para un día de cólera contra el régimen dictatorial de Gaddafi han comenzado esta misma noche las movilizaciones, tal y como se puede apreciar en los primeros vídeos provenientes de Bengazi, la ciudad y el puerto más importante del oeste del país. Los eslóganes son anarquistas, algunos humorísticos satirizando al dictador, y también incluyen locuciones jihadistas: Allahu Akbar. Más grande será siempre el Eterno  que el dictador que se toma a sí mismo por un  dios.  Creo que cuanto más ridículo es el culto a la personalidad de los dictadores, con más fuerza se desatan las protestas liberadoras de la palabra,  de la voz, y de la rabia, y con mayor espontaneidad se produce la concentración voluntaria de la ciudadanía para decir que ya basta.

No sé qué sucederá dentro de unos días en Marruecos, pero sí creo que pronto veremos una escalada de manifestaciones en Libia, en una secuencia calcada de lo que sucedió en Túnez y también en otros países como Yemen, Jordania, Bahrein o incluso Irán. Mientras la revolución sigue madurando en Túnez y en Egipto, los libios parecen ansiosos de apropiarse de su destino como lo han hecho sus vecinos. La represión es dura, y los desaparecidos detenidos en los últimos días ya conforman listas de la humillación de un pueblo. Pero creo en la madurez y en la porfía de los defensores de la libertad para que consigan pacíficamente derrocar la dictadura  de la familia Gaddafi. Por cierto, no parece inútil recordar que el hijo del loco tuvo un altercado con Suiza por las palizas escandalosas que cometió en los hoteles de lujo ginebrinos donde se gastaba el dinero del petróleo de su país. Tal vez las autoridades suizas quieran apoyar el derrocamiento de una familia tan impresentable. Les evitaría tener que tratar con los hijos energúmenos en el futuro. En cualquier caso, e independientemente de lo que haga Suiza, yo apoyo firmemente los deseos de libertad de los libios y las manifestaciones que tendrán lugar a lo largo del día de hoy.

Deja un comentario

Archivado bajo anarquismo, arabismo, Boicot a las dictaduras, Cosmopolitanism, dâr al-Harb, Human Rights, politics, situjihadism, كرامة, WikiLeaks, [[الله اكبر]]