Bismilah al rahmán y rahim
Me parece muy bien que Vicente Verdú dude de los artistas de tipo profesional/profesional y diga que ha llegado la hora del artista amateur, pero lo que realmente vuelve con fuerza es, una vez más, el arte proletario, y eso es así porque las tesis situacionistas no han perdido nada de su rigor y de su capacidad de incidir en lo que realmente importa, la revolución. Por eso, y con mucha simpatía y respeto, pienso que el amigo Agustín Fernández Mallo se va a dar un susto tremendo cuando lo que para él era lo único reciclable de los situacionistas, la deriva y el desvío, vuelva con la multiplicación de la Red en un efecto mucho más totalizador. Porque lo total, el vacío holístico, no ha desaparecido, está escondido y en tensión. Se van a dar todos una sorpresa de cuidado. Se nos despistan algunos con fotos, o con chorradas, cuando lo mejor está por llegar. Por ejemplo, nadie puede aún determinar quién va a quemar la frontera con Gaza, pero será no solamente una gran acción política y artística, sino que va a dejar en pañales la estética de las explosiones tan hollywoodienses. Se acabarán las ciudades en llamas, vamos a ver como el desierto de Al Arish se abrasa y no con fuego, sino con una marea humana. Y no solamente me refiero a lo que pueda pasar en ese sitio, sino también a lo que pasará en cualquier ciudad. Una internacional de la energía humana está cuajando, y sus víctimas serán los ricos. Nadie dirá que no los avisé por aquí, como los avisó Brecht, Alberti, Joseph Beuys, Marcuse y hasta Manu Chao. Lo clandestino retomará las riendas y lo oficial será cargo inculpatorio en el juicio de la vanguardia. E Italia será de nuevo un lugar propicio para el desarrollo del arte, de la buena vida, de la cultura y el comunismo.
Gústame este texto, con estilo, e con honestidade.
A imaxe é fantástica