Código de desapariciones


Chang Wat Arun ’97

Cargado originalmente por jssutt

(variaciones eróticas sobre un poema cinegético de Abu Nuwas)

«-Di que te vas de caza, ocúltate en mis habitaciones…»

Antología de las mil y una noches, Julio Samsó, Alianza Editorial, 1976, p. 24.

¡Ah de la noche que juntos buscamos en la mañana!
Antes de su ocaso se hizo vieja de inmediato
como una espada hace un guiño cerca de las hojas;
Velocidad del viento coge la frase,
y el deseo en la mañana satura la boca,
y el pilar es la columna vertebral,
como el beso es el último invitado.

Los caminos de la espada, después de la parálisis,
la broma de la escucha entre los pliegues de la memoria,
la seducción de la garganta bañada en cuero negro,
la disolución de la ascendencia estratégica,
que impone sus valientes pintadas, saben mucho
de su gran resistencia ante cualquier tipo de fin.

La tristeza se ve en que, no obstante, el corazón
es tan corto como negro. Después, según lo que quede de la naturaleza
es posible que dentro del plazo los dos nos amemos.

El éxito de los tratados de felicidad realiza su caza
envenenada a costa de los poemas escritos antes de hoy
que en la tierra se esconden,
y se asigna luz en polvo a los forasteros,
y se acerca la hora de regresar.

Estrecho es el cuello que miente con disfraces
y la sedición de la lentitud profundamente se oculta
en el código de desapariciones.

Cuando, por último, el dispositivo de coqueteo
se desvela antes de cualquier noche con la tristeza,
se penetra, ya entonces, en otra forma de admirar;
amarga alternativa ante el desbordamiento de la sangre
y queda mucho de la necesidad de permanecer aquí
diciendo: «En la caza, con buen conocimiento«.

4 comentarios

Archivado bajo Bagdad, books, encabalgamiento, Gazal, hipérbaton, lyrik, metáfora, pictures, poética, Poetry, polisíndeton, qasîda, quotes, rhetorics, troubadours, ديوان عزيز نورة

4 Respuestas a “Código de desapariciones

  1. maite

    Hablando de desapariciones:

    No hace mucho le regalé a mi marido una versión de «Las mil y una noches» en árabe pensando que le regalaba algo bueno y… sorpresa!!!

    Todas las referencias eróticas han desaparecido.
    La nueva ola puritana que asola al mundo árabe ha mutilado «alf leila wa leila» hasta dejarla convertida en un devocionario.

    PD: Lo siento, mi marido no está aquí ahora para que me diga los datos del libro, pero apostaría sin dudar de donde salieron las pelas para su impresión.

  2. Óle!, Búfalo!!

    Alegría de leerte otra vez!

  3. Salam maite

    Sí ,las purgas de Las Mil y Una Noches en las ediciones árabes se realizaron ya en las primeras ediciones del siglo XIX, pero creo que no es imposible, buscando bien, encontrar ediciones «completas». Aunque, realmente, me gustaría saber cómo se quita el contenido erótico subliminal de tantas y tantas historias, que sin ser siempre explícitas, juegan con todo tipo de fantasmas mentales de una sexualidad refinada, sicológica, que va hasta los arcanos del ser.
    Pura antropología.
    Al mismo tiempo, esta vez los saudíes son inocentes, puesto que la purga se realizó antes de que pudieran intervenir. Que yo sepa. Y Allah sabe más.

    Saludos, y saludos también a ti, Búfalo.

  4. ¿Qué les pasa a los monoteísmos con el folleteo?

    Sí, son producto (como religiones pandémicas) de la sociedad neolítica, de la necesidad de un orden social que permita el trabajo agrícola. Obviamente, aquel que echara más de dos polvos al día rendía menos. La realidad es que aún así todo el mundo folla todo lo que puede.

    Hummm… y hablando de las Mil y Una Noches, ¿acaso no es amar como balancearse en una alfombra voladora? Para arriba y para abajo, cosquillas, vértigo…

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